Racing Club le ganó ajustadamente por 1-0 a Gimnasia y Esgrima La Plata en el estadio del Bosque y mantiene vivas sus esperanzas de luchar por el título del Torneo de Primera División 2014.
El delantero Gabriel Hauche, a los 40 minutos del segundo tiempo, con un derechazo a colocar desde afuera del área penal, dio al elenco de Diego Cocca la posibilidad de acumular 26 puntos y quedar a cinco del líder del torneo, River Plate.
Racing no hizo demasiados méritos para llevarse el triunfo, pero al cabo logró imponerse en un reducto difícil y conservar intactas sus esperanzas, ante un Gimnasia que pagó un precio por demás elevado por no aprovechar las situaciones favorables con las que contó.
En un primer período sin demasiado buen juego, fue el local el que dispuso mayoritariamente del balón y de las ocasiones más claras, ante un oponente que no generó ninguna clase de peligro en el arco contrario.
Estuvo muy atado el equipo de Cocca y no logró inquietar al conjunto platense, en gran parte, porque el balón no le llegó con claridad en ningún momento a sus dos principales cartas de ataque, Milito y Gustavo Bou.
Gimnasia tampoco fue demasiado claro, aunque sí tuvo la capacidad de aproximarse hasta Sebastián Saja y crearle situaciones.
La Academia presentó otra propuesta en el segundo capítulo al sumar más delanteros y se abrieron los espacios en un partido que en su primera parte había sido trabado.
En ese contexto, ambos equipos visitaron con mayor asiduidad el área del adversario, aunque recién a los 23 llegó la más clara del partido, tras una buena jugada colectiva que terminó con un centro al medio de Rojas y una salvada providencial de Yonatan Cabral, cuando el uruguayo Álvaro Fernández se prestaba a convertir.
Los dos equipos atacaron, pero chocaron no sólo con la resistencia del rival sino también con sus limitaciones para generar peligro.
A cinco minutos del epílogo, apareció el ingresado Hauche para sacar un remate bien colocado desde la medialuna del área, tras una cesión de Gustavo Bou, que hizo estéril la volada de Fernando Monetti. Diego Milito tuvo la posibilidad luego de cerrar el partido pero falló.
Ganó la Academia, quien alimenta su sueño de campeonato.
EL TOMBA PERDIÓ EN MENDOZA
Fue 3 a 1 para Belgrano ante Godoy Cruz.
dice el diario Los Andes que
Ya no tiene defensa alguna. Se quedó sin respaldo. Con el crédito en cero. No existen más palabras para las explicaciones de rigor, aún gritando que las fuerzas están intactas.
Sus jugadores lo dejaron más afuera que nunca. Con un pie lejos del banco de suplentes. El Tomba tuvo una derrota de esas que saca técnicos. Dura. Lapidaria. Sin retorno.
Este equipo sin rumbo le dio otro empujón a Carlos Mayor, con una actuación para el olvido y dejando una imagen pobre y preocupante.
Todo lo bueno que el conjunto venía mostrando en los últimos compromisos- en relación al bagaje ofensivo-, lo despilfarró en cuarenta y cinco minutos de terror. Las miserias las expuso nuevamente y, como casi siempre, pagó un costo muy alto.
En la Bodega este proceso está agotado, porque en la parte que le toca a la hora de buscar responsables, el entrenador nunca le pudo encontrar la vuelta al elenco ni pudo plasmar su impronta e identidad para convertirlo en un equipo serio y protagonista.
Está claro que Mayor no ve respuestas futbolísticas en sus dirigidos, el mensaje no llega y nada cambia con el transcurrir de las fechas.
Frente a este panorama oscuro, todo indica que es hora de barajar y dar de nuevo, y no vivir de un entrenador que se la pasa en la cuerda floja. ¿Se concretará la salida por estas horas?
El modelo 2014 que se construyó atado con alambres es una invitación para sus rivales, que entienden cómo jugarle para lastimarlo al máximo.
El fútbol argentino sabe que el Expreso tiene una mandíbula frágil y que no se sostiene desde el cero en su arco.
A este Godoy Cruz hay que atacarlo pensarán todos, y no se equivocan en la previa. El Pirata lo entendió así desde el comienzo, aunque recién lo pudo concretar en la segunda etapa con una ráfaga letal e implacable. Suficiente para llevarse el triunfo a Córdoba.
Lo que no hacía el Celeste se lo ponía en bandeja los defensores tombinos, cometiendo errores infantiles y que se repiten sistemáticamente en cada presentación.
Y todas las ventajas se traducen en goles en contra. No se perdonan de ninguna manera.
Otra vez Moyano – fue responsable en el gol de Rigoni- tuvo que ir a buscar el balón adentro en tres oportunidades.
Las cuentas suben sin parar y ya alcanzan las 30 conquistas en catorce jornadas. Un disparate para cualquier equipo de Primera División.
Los números están en rojo y el proyecto tiene fecha de vencimiento.
A ninguno le sirve prolongar la agonía.