El mundillo del fûtbol se aprestaba en San Pablo a presenciar un presunto show de goles para Brasil, organizador de la Copa del Mundo 2014, luego de un pobre espectáculo como ceremonia inaugural, pero Croacia iba a demostar que no es ningûn partenaire sino que

llegô al Mundial para jugar en serio desde el primer partido.
Asî se puso en ventaja, tras un centro del potente y también habilidoso Olicic, que Marcelo, con su piè de apoyo, mandô contra su propio marco para silenciar al 95% del estadio.
Llegô la igualdad con un furibundo remate de Neymar desde fuera del àrea, sin la fuerza que deseaba el shoteador, lo que transformô en casi “mordido” al remate, para la igualdad .
En el segundo tiempo se iba a consumar la Primera gran injusticia de este Mundial a los ojos del planeta, por parte del ãrbitro japon?s Nishimura : en realidad, fueron 2: Olicic, entrando al àrea, lo tocaron, cayô, y el juez, entendiô, que trastabillô solo. Pero luego con Croacia compartiendo el control del balôn, merodeando el ãrea, con un confuso Brasil que no hallaba los caminos con su gente muy ansiosa, la jugada que no resiste siquiera la polèmica de la discusiôn: se dejô caer, de espaldas a su marcador, el nùmero 9 de los locales, Fred, dentro del àrea, e Increiblemente el referee marcô el punto del penal: Neymar y 2 – 1 , aunque Pletikosa adivinô, tocô la pelota con ambas manos, aunque entre abiertas y el tiro tambièn tuvo fuerza.
Lleno de impotencia y de bronca, Croacia puso “tercera”. Con Rakitic y Olic, encontrô en su mejor momento a Julio Cèsar sacando una pelota de gol imoresionante, y en la rèplica, Ôscar, recibe un balôn, acomoda el cuerpo, y mete de “puntin”” pisando el àrea, el 3-1 , exagerado, y con sabor a ultraje.
Muy dificil serâ un nuevo Maracanazo. Al menos con arbitrajes como el de hoy.