golesdemedianoche.com está en condiciones de informar con su acreditado en la AFA, Rodrigo Munilla, que este lunes por la noche anunciarán la suspensión – al menos para la próxima fecha – del áñrbitro Luis Álvarez por su mala actuación en Aldosivi 1 Huracàn 1, siendo una situación que no beneficia al equipo “perjudicado” por dicha perfomance, y con esta sanción, pero que, al menos hace que Aldosivi sea “visible” para

la AFA y que el resto de los referees atiendan a que, por más alejadas que las tribunas del Minella estén del campo de juego, y que enfrente haya un”histórico” del fútbol argentino en Primera, como Huracàn, no deben, ante la duda, aplicar el reglamento “contra” el màs “débil”.

Marcar el punto penal, y sin participación del árbitro asistente, siquiera, como para argumentar o justificar, que su compañero tenía mejor visión y que le avisó (tampoco se comprende cómo en partido televisado no utilizaron los ínter comunicadores los integrantes del cuerpo arbitral) cambiar drásticamente esa decisión, y si fue porque habría visto sangre en el rostro del “presunto infractor” cambió sin màs, lo que segundos antes habla señalado con determinación, ya es suficiente para”pararlo”.
Porque en el supuesto que, fuese un error de su parte, que la pelota no fue tocada intencionalmente por las manos de Arano, antes de pitar penal, debió a re arse, mirarlo a Arano, y no cobrar si lo creía conveniente, y en ese caso pecó de imprudente e impuslivo, para luego desdecirse. Peor aún: si la pelota PEGÓ EN LAS MANOS DE ARANO, Y NO QUE ARAÑÓ BUSCÓ EL BALÓN CON SUS MANOS, O NO PUDO EVITAR QUE ELLO OCURRIERA, directamente NO FU PENAL (para golesdemedianoche,com es lo que sucedió) NUNCA tuvo que marcar penal, y ello generó reqcción del público jugadores y dirigentes.
Ya màs temprano, Luis Álvarez – se pude ver claramente en Goles de Medianoche por canal 8 este domingo – sancionó una “carga” de Vildozo ante su marcador que JAMÀS existió, ya que el 9 cabeceó al gol, y luego en descenso de su salto, hubo un contacto, pero lógico de apoyo POSTERIOR al golpe de cabeza, invalidando increíblemente la acción.