Con la Copa de Verano en juego en el “mano a mano”, Peñarol superó al local, Atenas por 86 a 83, pero por la diferencia en el score, los cordobeses se alzaron con el trofeo en juego.
Peñarol regaló defensivamente el primer tiempo, recibiendo 30 puntos en su aro, hasta que, en el último tramo del último cuarto, pudo tomar las riendas y con 23 puntos marcados por Facundo Campazzo, y a pesar de los 25 de Walter Hermanb (foto de La Voz del Interior, de Facundo Luque), pudo ganar el partido.<br>
El diario cordobés, analizó al cotejo, con la “Mirada lugareña”, de esta manera:
Lo que ocurrió este jueves por la noche en el Cerutti fue un verdadero partidazo, porque se enfrentaron dos equipos aguerridos que lucharon hasta el final. Atenas mostró en el primer tiempo su mejor cara, pero Peñarol supo mantenerse en juego frente a la desventaja y, cuando las papas quemaron, tuvo la frialdad para saber definir. Por eso se quedó con el partido adelantado de la 17ª fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de Básquetbol al ganar 86-83. El premio consuelo fue para el local, que ganó la Copa de Verano por terminar con mejor diferencia de gol en los cruces con los marplatenses (ganó 93-83 en “La Feliz”).
Atenas salió con convicción al parqué e hizo todo bien en el primer cuarto. Tiró con buena efectividad, defendió con autoridad y rozó la perfección. Lábaque estuvo muy lúcido en el arranque del partido sabiendo cómo dejar cómodos a sus compañeros para definir, y los lanzamientos desde el perímetro ayudaron a plasmar esa diferencia (5/6 en triple). Sobre el final el Griego sacó la máxima del parcial, que finalizó 30-16.
Defendiendo con uñas y dientes y disputando cada balón como si fuera el último. Así salió Atenas al segundo chico, pudiendo continuar con la intensidad que exhibió en el primero. Pero el equipo marplatense intentó ponerse en juego y con una racha de 7-0 se acercó a seis (36-30). Sin embargo, la magia de Herrmann y la visión de juego de Lábaque levantaron al local. El cuarto quedó para Peñarol, pero la primera mitad terminó 48-40 para Atenas.
Peñarol salió decidido a limar la diferencia en el tercero. Y lo logró. Fue clave Gutiérrez bajo el tablero, que le permitió a la visita salir rápido y ser lapidario. Pero el ritmo del partido terminó por jugarle en contra al marplatense, que sufrió una sucesión de faltas personales y técnicas (a Campazzo y al banco), y con eso Atenas frenó la caída. Porque ya había pasado al frente la visita (62-61), pero remontó sobre el cierre y entró al último chico 67-63.
La intensidad del juego le pasó factura a los jugadores en el cuarto final, pero la mano de Gutiérrez siguió intacta y le dio la ventaja a su equipo. Primero con tiros de campo y después desde la línea, el cordobés sentenció el partido porque el lanzamiento de tres de Lábaque besó el aro y salió. Peñarol silenció a un Cerutti que lució como en sus mejores épocas al ganar 86-83.
Síntesis
Atenas: Bruno Lábaque 16, Alexis Elsener 14, Walter Herrmann 25, Diego Guaita 8, Ryvon Covile 6, Mariano Fierro 5, Juan Brussino 8, Nicolás Zurschmitten 0, Marcus Moore 1. DT: Marcelo Arrigoni.
Peñarol: Facundo Campazzo 23, Franco Giorgetti 2, Adrián Boccia 14, Leonardo Gutiérrez 16, Marín Leiva 8, Axel Weigand 16, Isaac Sosa 7. DT: Fernando Rivero.
Salieron por 5 faltas: Elsener (A) y Leiva (P).
Parciales: 1º cuarto, Atenas 30-Peñarol 16; 2º, 48-40 (18-24); 3º, 67-63 (19-23); y 4º, 83-86 (16-23).
Árbitros: Fabricio Vito y Leonardo Mendoza.
Cancha: Polideportivo Cerutti.