En el blog otratierradepasiones el periodista Carlos Vàsquez , desde la Universidad Nacional de La Plata hizo la siguiente investigación:
Para todos
“En cuanto a la diferencia entre las dos épocas (N del A: entre 1992 y 2013), como jugadores la libertad siempre la tuvimos. Ahora existe un apoyo al fútbol gracias al aporte que está haciendo el Estado. Esto es una ayuda para las instituciones y los jugadores, en particular del ascenso, para el tema sueldos y la tranquilidad de cobrar”.
Carlos Bangert (41), ex-arquero (*)
Tal vez uno de los aspectos menos trabajados respecto al
cambio que implicó para el fútbol argentino pasar del convenio entre la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y Televisión Satelital Codificada (TSC) al programa gubernamental conocido como “Fútbol para todos” (FPT) sea el que vincula el cambio económico a los logros deportivos de las instituciones más humildes. A poco de iniciar el noveno torneo corto bajo este nuevo paradigma, una serie de datos aislados pueden convertirse en un pequeño aporte a la ilusión que año a año se enciende en cada corazón argentino.
Los billetes del Estado, a diferencia de los que aportaba la empresa TSC, satélite del Grupo Clarín con anclaje audiovisual, cambiaron el reparto de la torta que la AFA hace en base a lo que recibe en concepto de derechos de televisación deportiva y aumentaron las arcas de clubes que, antes, eran “poco redituables”.¿Qué cliente se hubiera interesado en pagar un monto fijo mensual para ver a River o Independiente pelear por evitar el descenso o a Boca en su afán desesperado por no terminar último? A los grandes, en los tiempos de TSC, había que garantizarles pelea de títulos hasta el final.
Un breve repaso comparativo entre los últimos ocho campeonatos disputados en el fútbol privado y los ocho que ya lleva el Fútbol para todos, arroja cifras más que interesantes: Boca, River y San Lorenzo habían logrado cinco de esos ocho campeonatos de TSC. Sólo Estudiantes (que, a decir verdad, le arrebató de las manos el título al Boca de Lavolpe), Vélez y Lanús se lograron inmiscuir entre los omnipresentes campeones de aquellos tiempos. Tras la ruptura con TSC, y por tanto con el Grupo Clarín, la nueva distribución de dividendos cambió drásticamente el panorama. Apenas el Boca de Falcioni pudo quedarse con alguno de los ocho títulos, al tiempo que se consagraron dos campeones debutantes (Arsenal y Banfield) y, tras 25 años, volvió a alcanzar el título Argentinos Juniors, club que no lo hacía desde el Nacional 1985, mucho antes del inicio de la era TSC.
La otra tabla
Si bien la historia de los descensos corre por otra vía, dado que se computan tres años para establecer los aborrecibles promedios, cabe destacar que el cambio estructural que implicó el Fútbol para todos también se refleja de un modo llamativo.
A la caída que tras 24 y 27 años consecutivos de Primera División sufrieron dos equipos de enorme convocatoria, como Gimnasia y Esgrima La Plata y Rosario Central, hay que agregar en este rubro al River que en 2011 se fue al descenso computando dos años de FPT y uno de TSC; al San Lorenzo que logró el milagro y condenó a Banfield en la última fecha de 2012, promediando tres años de FPT; y al Independiente que deberá jugar este año en la B Nacional, también con un promedio construido durante tres temporadas completas bajo la órbita del Fútbol para todos, algo absolutamente impensado en los tiempos del “libre” mercado.
Si de posar nuestra mirada en los más pequeños se trata, habría que resaltar que All Boys y Atlético de Rafaela están en la vereda de enfrente. Ellos han logrado mantener la categoría en reiteradas ocasiones luego de alcanzar la Primera División en los tiempos del FPT. Tigre, otra de las instituciones modestas de nuestro fútbol, también lo ha conseguido. Pero ya tenía un par de temporadas cuando se produjo la ruptura del contrato de la AFA con TSC.
No debería soslayarse aquí la llegada de clubes de gran modestia al segundo escalón de nuestro fútbol, donde el programa Fútbol para todos también demuestra su impacto: Patronato de la Juventud Católica de Paraná y Almirante Brown afrontarán este año su cuarta temporada consecutiva en la B Nacional; Douglas Haig de Pergamino, Sarmiento de Junín y Crucero del Norte de Posadas irán por su segundo ciclo; al tiempo que Villa San Carlos de Berisso, Sportivo Belgrano de San Francisco (Córdoba) y Brown de Adrogué tendrán su bautismo de fuego en el segundo escalón del fútbol nacional.
A ciencia cierta, nadie puede decir que el Fútbol para todos esté exento de errores estratégicos, programáticos y hasta históricos. Pero el cambio en la estructura económica de los clubes y su impacto en lo social, al menos, parecen haber cambiado y alcanzado un rumbo definitivo que fortalece a los históricamente más relegados.
“Qué se repita y se haga hábito”