La Academia logrô la tan negada victoria en el Inicial , derrotando por 1 a 0 en Bahía Blanca ante Olimpo
El mediocampista Bruno Zuculini, a los 17m. de la segunda parte, estableció la solitaria diferencia en favor de la `Academia`, que cortó una racha de 626 minutos sin anotar un gol pero aún continúa último en la tabla, con 5 unidades.

Por su lado, al conjunto bahiense se le cortó una racha

de tres encuentros sin caídas (un triunfo, dos empates) y se fue derrotado en el estadio Roberto Carminatti, luego de 10 partidos (3 victorias, 7 igualdades).

De la mano del `prócer` Reinaldo Merlo como DT, el elenco de Avellaneda mostró orden y carácter, sobre todo en el segundo período, para quedarse con los tres puntos.

En los primeros 45m., la imagen de la `Academia` se redujo, simplemente, a tratar de aguantar los embates del rival e intentar salir de contragolpe.

Olimpo, con el simple argumento de jugar por las bandas y tratar de aprovechar la velocidad de Ezequiel Cerutti fue más. Aunque al elenco bahiense, ubicado en zona de descenso, también le costó traducir esa superioridad en situaciones netas de gol.

Por lo tanto, la chance más clara que tuvo el `Aurinegro` para desnivelar fue a los 22m., cuando Paulo Rosales habilitó a Cristian Villanueva y el lateral remató, permitiendo una buena respuesta del arquero visitante, Sebastián Saja.

Por el conrario, Racing, que en ese período inaugural mostró bastante retrasados a los volantes centrales Zuculini-Gastón Campi (debutó con 22 años), dispuso menos de la pelota pero tuvo la oportunidad más clara: a los 34m., un cabezazo de Fernando Ortiz fue desviado al córner por Nereo Champagne.

En la segunda parte, los dirigidos por `Mostaza` Merlo se pararon más adelante en el campo de juego y la iniciativa dio sus frutos. Porque, sin desplegar un dominio arrollador ni mucho menos, el equipo de Avellaneda empezó a llegar por los costados e inquietó a su rival.

A los 17m., cuando Ortiz ya había cabeceado afuera y dilapidado otra chance (12m.), Racing volvió a festejar, después de 626 minutos sin hacerlo.

El pibe Valentín Viola cruzó la pelota desde la izquierda, Diego Villar la bajó en la derecha y por el centro llegó Zuculini, que remató ante Champagne y lo fusiló para el 1-0. Atrás quedaba el registro de ineficacia y esa marca sin victorias (12 partidos) que amenazaba con generar más traumas al simpatizante racinguista.

A partir de la diferencia alcanzada, Racing tomó más confianza y estuvo más cerca de aumentar que su adversario de empatar la pizarra. De hecho, Gómez, Zuculini, Viola y Hauche (ya en tiempo de descuento) perdieron distintas chances que hubieran redundado en un triunfo más cómodo.

En ese segundo período, Olimpo, antes y después de la expulsión de Néstor Moiraghi (pisotón a Vietto), pareció perder la confianza que había exhibido en el arranque del partido.

Con `Mostaza` Merlo como símbolo, el equipo de Avellaneda volvió al triunfo y se ilusiona con mejorar su discreta producción en el Inicial.

La Síntesis:

Olimpo: Nereo Champagne; Adrián Martínez, Matías Sarulyte, Néstor Moiraghi, Cristian Villanueva; Gustavo Oberman, Damián Musto, Leonardo Gil, Paulo Rosales; Agustín Vuletich y Ezequiel Cerutti. DT: Walter Perazzo.

Racing: Sebastián Saja; José Luis Gómez, Fernando Ortiz, Esteban Saveljich y Claudio Corvalán; Diego Villar, Bruno Zuculini, Gastón Campi y Rodrigo De Paul; Valentín Viola y Luciano Vietto. DT: Reinaldo Merlo.

Gol en el segundo tiempo: 17m. Zuculini (R)

Cambios en el segundo tiempo: 23m. Javier Reina por Villanueva (O); 31m. Martín Pérez Guedes por Reina (O); 32m. Luciano Aued por De Paul (R); 38m. Gabriel Hauche por Viola (R); 40m. Jonathan Blanco por Rosales (O); 44m. Leonardo Rolheiser por Villar (R)

Incidencia en el segundo tiempo: 37m. expulsado Moiraghi (O)

Amonestaciones: Musto, Villanueva, Oberman (O) Corvalán, Saveljich, De Paul (R)

Cancha: Roberto Carminatti (Bahía Blanca)

Arbitro: Mauro Vigliano.(Télam)

Estudiantes de La Plata también GANÔ con gol del Patito Rodrîguez

En el diario El Dîa:
COMENTARIO Por ANIBAL GUIDI Este Estudiantes que transita por el torneo Inicial, del que ya se consumieron trece fechas, se debate entre los gozos y las sombras. Se sabe, especialmente en lo que hace al fútbol, las expectativas creadas son todas positivas y hasta que no discurra la competición se desconoce si las previsiones se cumplen hasta que aparezcan, inexcusablemente, las sombras. El equipo albirrojo ha transitado por un camino repleto de obstáculos y, por distintas circunstancias, no ha podido hacer buen pié, que literalmente se puede resumir así: jugar bien y ganar. Anoche, con el regreso de su capitán Juan Sebastián Verón, el equipo pudo volver al triunfo, pero le costó horrores poder imponer supremacía sobre un muy mediocre rival, que cerca estuvo de complicarle el resultado, como que en el primer tiempo malogró un tiro penal. Patricio Rodríguez, a los 18’ del complemento, marcó la exigua diferencia que existió entre uno y otro, aprovechando la que resultó la mejor jugada que se gestó anoche en el Estadio Ciudad de La Plata. Su definición con pierna derecha al palo izquierdo de Peratta, llegó luego de una buena combinación que por izquierda elaboraron Verón y Silva, y un posterior centro atrás de Franco Jara, también por izquierda, que había recibido una entrega dentro del área. El equipo albirrojo sumó su segundo triunfo en tres presentaciones. Estos éxitos fueron como local en donde arrastra un invicto de 13 partidos, con 7 éxitos y 6 empates. Quilmes, en donde debutó el técnico Blas Giunta, en su primera experiencia en primera división en el metier, no viene bien de visitante ya que perdió en 3 de las últimas 4 salidas y, por lo que futbolísticamente brindó anoche parece estar condenado a estar peleando en la tabla de los promedios. Estudiantes sigue sin enamorar. Conquista sí con sus amagues de juego cohesionado, ayer con el plus que le dio Verón en cuanto a su claridad para descargar corto y largo o estar donde debe estar para recibir e iniciar la salida, lógicamente siempre prolija, pero sigue arrastrando problemas de definición. En el primer tiempo, hasta que llegó la mano de Gil Romero en el área y el penal que el capitán Caneo estrelló en el palo derecho de Rulli, había llegado más pero sin la debida contundencia. Dispuso de varios córners, también muchas jugadas con pelota detenida, pero sistemáticamente falló en la definición ante Peratta. No aprovechó tampoco lo poquito que fue el rival. Que se manejó con lentitud, sin sorpresa, sin ingenio, pero que casi le da un dolor de cabeza si Caneo hubiera resuelto mejor desde los once metros. En el complemento las cosas venían para que todo siguiera igual. Y luego de que Braña dejara la cancha aplaudido a rabiar por la gente albirroja, que el volante no le quedó más que agradecer tamaña demostración de afecto, llegó ese gol que se hizo tanto esperar y que había desesperado a todo el mundo (hasta generó un entredicho entre el capitán y el técnico). La gran jugada elaborada por Verón-Silva-Franco Jara la resolvió el Patito Rodríguez entrando por el medio y rematando con el empeine del pié derecho al palo izquierdo. Luego sí se acentuó la desesperación local. Quilmes se le vino encima y dispuso de chances para empatar (la más clara, de Garnier, la tapó Rulli con sus pies), y fue allí cuando Estudiantes se hizo un equipo ordinario y previsible, lejos de lo que puede generar.

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