La gente es impúdica. Ya no sabe de valores humanos. Todo es igual, querido Discèpolo.
Luego apareceràn los anàlisis del juego entre Quilmes y Racing, pero, a los 10′ cuando llegó el primer gol en el estadio Centenario de los quilmeños a cargo del uruguayo Martín Cauteruccio el grito de gol, partió desde los 4 costados. Sí, partido con parcialidad visitante. Quilmes porque gana, Racing, porque “aporta” a la incómoda posición en la tabla, del “vecino” Independiente (con este score, aunque el Rojo venza a Estudiantes de La Plata, continuarà tras
la fecha, en “zona de descenso”)
Nadie parece sonrojares en las tribunas. Y dentro del campo de juego ? Ese es otro anàlisis, que llegar? con el final del cotejo. A las 21.01 comenzó el partido.
Aunque nada me permite justificar que un DT decida jugar sin delanteros, como local, siempre y cuando no lo haya planteado en ningún cotejo anterior como decisión tàctica, viendo el 1 a 0 final, y la “caricatura” de jugador profesional que fue toda la noche Pillud; menos que tibio andar de entrenamiento, por parte de Racing, hay que decir que fue un partido del miedo.
Hablar de “moral”, de “espíritu deportivo”, de “vocación profesional” . Nada hubo de ello. No estoy en las camisetas de los jugadores de la Academia, con las amenazas a las familias, el silencio casi cömplice de la dirigencia de Avellaneda que nada dijeron, Ni hablar de Futbolistas Agremiados, menos de la “cabeza” de la AFA, porque enterado el plantel de Racing de los sucedido en Mendoza con el puntazo en la rodilla recibido por Caballero de Independiente Rivadavia de Mendoza, es UNA SEÑAL PARA RACING Y PARA TODOS AQUELLOS QUE DESOIGAN EL CLAMOR DE LAS BARRAS, QUE , O SE PIERDEN EL NEGOCIO DE CONTINUAR COMO DOMINADORES DE TODO LO QUE LOS DIRIGENTES LE DAN A ESOS DELINCUENTES PARA VENDER, O PARA MANDAR AL RIVAL DE SIEMPRE AL DESCENSO.
El domingo – por estas cosas – hay previsto un partido a puertas cerradas: Unión( ya descendido) – Colón a las 11.00 y la Lepra mendocina- Atl Tucumàn, pasó al miércoles 5 sin público tambièn.