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Qué significa Panzeri II

Acá va la segunda entrega de las respuestas a la convocatoria de 11wsports sobre lo que representa hoy el gran periodista

Dante Panzeri significó mucho para el periodismo, para el deporte y para la sociedad argentina desde que empezó su labor profesional y hasta su muerte, hace 35 años, el 14 de abril de 1978. Esa significación sigue siendo potente, tal cual lo revelan las respuestas que llegaron a 11wsports.com luego de que lanzáramos una convocatoria bajo el título “¿Qué significa Panzeri?” Desde hoy, tal cual se planteó en el llamado a expresar opiniones, se publican aquí las miradas de los muchos que decidieron manifestar qué creen que significa Panzeri. Quienes quieran participar pueden seguir haciéndolo: solamente tienen que escribir a contacto@11wsports.com.

Diego Latorre (ex futbolista, comentarista en Fox Sports y en Radio Del Plata, columnista del diario Olé)

Panzeri es mi modelo, mi referencia. Es integridad, compromiso con él mismo, con la vocación y co n el oficio. Me impresionan la tremenda actualidad de sus escritos y la forma en la que vaticinó hace muchos años cómo iba a ser el fútbol de la actualidad. Panzeri tuvo una lucidez y una valentía poco comunes en relación con el periodismo de hoy. Además, a la hora de pensar, siempre fue independiente de los centros de poder, algo que también es muy poco habitual hoy.

Su conocimiento del juego es poco frecuente entre los periodistas porque tenía la capacidad de mezclar el conocimiento experimental y el teórico y eso es muy difícil de adquirir. Pero también entendía la psicología del deportista y eso lo volvía un defensor de la esencia del deporte.

Siento una admiración muy grande por su valentía para denunciar las atrocidades que suelen hacer muchos dirigentes y por su defensa de una idea generosa hacia el juego. Me hubiera gustado conocerlo para poder decirle todo esto en la cara.

Alejandro Rostagno (futbolero de ley)

Sinónimo de visionario (ej, al ver a un tal Walter Gómez por un partido de la copa Lipton del ’45, tituló: “La más grande ovación argentina a un extranjero fue para un niño”), valiente (se bancó los ataques del gobierno previo al mundial ’78 tras sostener que “hay prioridades más importantes como educar y erradicar las villas miserias”) y equilibrio (al juzgar el desempeño de los que no eran de su agrado: “Sanfilippo es mala persona. Pero mientras Boca no dé con un Pelé, él es irremplazable”.

Mezcla de Copérnico (instauró nuevos conceptos para entender el juego), Darwin (provocó una “división evolutiva” entre el ganar como sea vs los demás) y Freud (al generar espacios de conciencia en donde vernos reflejados como sociedad, encarnados en periodistas despojados de la neurosis de ostentar la “Última palabra”, como los Verea, los Víctor Hugo, los Sacco, los Varsky, etc).

Pero su mayor capital fue el que personas de la talla de Olímpico y “El Veco” coincidieran en que jamás aceptó prebendas.

Rudy Chernicof (actor)

Tengo el mejor y el más emocionado recuerdo del maestro Panzeri. He ido y soy muy futbolero y él fue mi referente durante muchos años. Me acordé del chiste del japonés que filmaba todo el tiempo sus vacaciones y cuando le preguntaron cómo la pasó, dijo: “No sé porque todavía no vi el video. Y bien… yo esperaba el comentario de Dante para opinar si el partido había sido bueno, si era penal o no, si el técnico tenía la culpa, su un jugador la había “descosido”, etc, etc.

Y él me gustaba y yo lo admiraba, además, porque se enfrentó con los soberbios: los que no aceptan cambios, “el fachismo periodístico”, siempre tan exitista. Pero debo confesar algo de mi ego. Yo no lo conocí personalmente pero, en una función de mi “Show yo? argentino”, en el querido teatro Estrellas, reconozco que en una de las primeras filas estaba él como simple espectador. Me alegró, me sorprendió pero mi ego explotó cuando, a la semana siguiente, en la revista Satiricón, en la que Panzeri escribía sobre fútbol, había una crítica teatral de Panzeri a mi espectáculo. No sólo era buenísima, sino que el título de la nota era un orgullo para mí. Aún hoy lo veo en grandes letras. Decía “Chernicof, un actor que suda la camiseta”.

A Panzeri lo llevo adentro pero, si lo tuviera adelante, le diría: “Dante querido, seguimos resistiendo, seguimos sudando la camiseta. Abrazo de gol. Como dice el Mariscal.

Fabián Godoy (periodista, trabaja en Torneos para la señal @Directvsports)

No importa la época, las presiones o los intereses. Una convicción bien defendida sigue siendo un acto de heroísmo. No se trata de inmolarse sino de creer firmemente en un pensamiento por encima de cualquier circunstancia. Sin querer cuando esta conducta se transforma en una forma de vida quedara un legado indeleble, legado que en el caso de Dante Panzeri recién será apreciado varios años mas tarde. Ese loco gruñón y despectivo no le gritaba al mundo por el gusto de hacerlo sino que intentaba rescatar el espíritu de algo manchado por la avaricia mundana y desmedida de una sociedad enferma. Un mortal creando inmortalidad sin proponérselo quijoteando en un ambiente de autómatas empedernidos. Ese periodista opositor a la organización de una cita mundial cuando era conveniente aceptarlo marco el camino, ese camino que tránsito en soledad por falta de pares que apoyaran su aventura. Intento rescatar los valores de un deporte enquistado culturalmente en la vida de los argentinos publicando dos libros memorables. Defendiendo una convicción. Nada menos.

Julio Marini (periodista, trabaja en el diario Clarín)

Cuando el periodismo era tarea de los periodistas, uno, Dante Panzeri, marcaba pautas que lo convirtieron en un referente indispensable en esos tiempos y para los años que vendrían. Apasionado, extremadamente instruido, en continuo aprendizaje y enseñanza, Panzeri, equivocado o acertado, era uno de los personajes más valiosos del periodismo. Ese Panzeri está más que investigado, cuestionado y elogiado. Lo interesante sería imaginar a ese Panzeri hoy. Hoy que el periodismo es farandulización obscena del espectáculo deportivo. Hoy que el fútbol es el culto al éxito y esconde mucha más corrupción que la que el propio Panzeri hubiera imaginado, hoy que el fútbol paso de ser de algunos a ser de todos pero pagado con cifras millonarios por todos. ¿Qué habría dicho Panzeri de ésto? Y vienen los recuerdos de su oposición extrema a la organización del Mundial 78 y de su muerte a menos de dos meses del comienzo de ese evento. Y de manera inevitable se lamenta una muerte tras otra muerte del propio Panzeri cuando día a día se suceden hechos que él, hace tantos años, adelantó, imaginó y cuestionó. Panzeri ya no está, claro, pero por suerte sigue estando.

Débora D’Amato (periodista, trabaja en el diario Olé, entre otros medios)

Sus críticas marcaron una línea de apreciación que aún perdura. “Enfermos que van a ver ganar y no a ver jugar”, es una de sus frases más exactas y precisas que perdurará grabada a fuego en mí. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que el fútbol es la religión de las masas en el mundo y que un partido puede ser un espacio de evasión perfecto. Por eso, “Dinámica de lo impensado” es el fiel reflejo de lo palpable: por mucho que lo intentemos, el fútbol está cargado de posibilidades que se nos escapan y no hay nada escrito sobre la manera en que todos los jugadores actuarán durante el partido. Sin embargo el fútbol se ha transformado en un tráfico de miserias. Panzeri transitó en soledad y perdurará eternamente por su valentía.

David Aguirre (periodista, ecuatoriano, trabaja en Radio La Estación y en Radio Sport, entre otros medios)

Cuando se habla de honor, lealtad, entrega, compromiso, dignidad, de seguro que hablamos de virtudes que todo ser humano necesita en su hoja de vida. Pero también hacemos referencia a los valores que el fútbol tiene y envuelve, que los hace suyos y los enseña en cada partido, en cada jugador. ¿Por qué entonces Panzeri es fútbol? Porque hizo de estos valores la base de su vida, los principios que te marcan ese rumbo y ese horizonte que no te traiciona y está ahí, como ese faro en las tinieblas. Nunca se dejó condicionar pese a los vientos en contra que lo amenazaban y eso es tener marcado a fuego vivo tu vida con la moral por delante.

Dante Panzeri nos acerca a las esencias del juego y lo hace ya que destaca ante todo lo más lúdico del juego: el jugador. Por encima de tácticas, de sistemas, de esquemas, nos acota que en el jugador radican las respuestas al juego, las virtudes, los defectos, las certezas y las dudas. Un sentimiento por un fútbol más justo y mejor jugado para que sea justamente lo que debe ser: un juego, y no esa maraña de negocios y fines comerciales que abundan hoy en día. Panzeri lo dijo en la década del 60 y esas palabras retumban a viva voz el día de hoy. Un adelantado de su época y acertando lo que se venía, un futuro en donde solemos olvidar en dónde y cómo dar con el camino del buen juego y ante todo cómo respetar el juego que amamos. El fútbol y la vida están ligados y lo que hacemos con una trasciende a la otra, la influye.

“Cambiar este fútbol exige destruir.

Destruir lo que lo está destruyendo.

Para poder entonces construir¨

Dante Panzeri.

Gracias por marcarnos el camino y la senda.

Guillermo Blanco (periodista, trabajó en El Gráfico, Telam, Crónica, Don Balón, entre otros medios)

Era como un piñón fijo, y no fue casual que el ciclismo apareciera como una de sus pasiones iniciales. Pedaleaba siempre para adelante y no se daba un mísero respiro ni para tomar envión. Su crítica era más fuerte que él. Quedó pendiente saber qué hubiera hecho después de aquellas charlas finales sobre el tema Selección argentina previas al Mundial 78, ciñendo las mismas al aspecto deportivo. Porque en un mano a mano con el técnico del seleccionado que sería campeón del mundo dudó de que quedaran al menos siete jugadores de los que se preparaban para entrar entre los veintidós que elegiría Menotti. La lectura de la desprolija historia del fútbol argentino jugaba a su favor, pero la que estaba escribiéndose entonces, no. Y su dignidad incluía el aceptar el error con el que convive todo ser humano que se precie de tal. Pero fue una nimiedad comparada con lo que dejó por su paso por las añejas Olivetti, micrófonos y pantallas que siempre lo tuvieron como un soldado inclaudicable en la defensa de la soberanía ética.

Crítico acérrimo de la manera en que los militares manejaron las finanzas de la Copa del Mundo con el EAM 78 mientras los entendidos escondían la cola y miraban para un costado por conveniencia o temor, Dante Panzeri hizo honor a su nombre y en eso estaba cuando la muerte natural les resolvió un problema a los militares, que no tuvieron necesidad de pensar en deshacerse de él recurriendo a sus métodos sanguinarios.

Venía desde dos décadas atrás destapando ollas, denunciando mentiras con una valentía inusual, en cualquier trinchera donde lo puso la vida en el campo del periodismo. Adentro del juego con “Fútbol, dinámica de lo impensado”, e incursionando con potencia en los vericuetos del poder con “Burguesía y gangsterismo en el deporte”. Pero estaba demasiado solo para tirar con cebita como director de El Gráfico justo en un momento en que el marketing y la involución cultural en el campo de las humanidades lo corrieron a un costado.

Maniobró como pudo en La Opinión, donde desde la redacción de La Tarde uno podía observarlo, pasillo de por medio, siempre frente a la máquina, introvertido y serio, largándolo todo de esa forma tan particular y hasta privilegiada que tiene el periodista. También fue requerido por otros medios, como La Prensa, pero su cruz ya estaba siendo construida y la muerte lo estaqueó el 14 de abril del 78, apenas un mes y medio antes del comienzo de una Copa del Mundo con la que no estuvo de acuerdo desde el plano político.

Y qué extraña gratificación la de estos días. Treinta y cinco años después vuelve con bríos a la memoria colectiva y hasta en la recopilación de un nuevo libro, “Dirigentes, decencia y wines”, de Martín Bauso. Y con la potencialidad ética con que va nutriendo a lo mejor de las nuevas generaciones. Como ocurriera con el advenimiento de un Barcelona digno y superador en cuanto al estilo y propuesta de juego, Dante Panzeri reaparece en este otoño gris, acaso como nunca con su mirada precisa detrás de sus lentes inconfundibles y su moral infranqueable, para afirmar que se puede y que se debe reconstruir una manera de hacer periodismo escrita y oral. Que se empuje desde las yemas y las gargantas, y desde la convicción.

Ignacio Benedetti (periodista, venezolano, trabaja en Canal Plus de Venezuela)

Dante Panzeri sonríe a más no poder. A treinta y cinco años de su desaparición física, su lucha está más vigente que nunca. Seguramente le incomodaría conocer que muchos hemos usado su obra para mostrar una manera de respetar al deporte, pero también entendería que ello forma parte de la vida.

Fueron muchas las enseñanzas y las reflexiones que dejó en vida, pero para los tiempos que corren bien vale rescatar una: “en el fútbol no existe ordenación posible que gane los partidos sin depender de la capacidad individual de los jugadores. El plan es el jugador y las circunstancias”.

Testigos presenciales de uno de los grandes equipos de la historia del deporte –el FC Barcelona–, Panzeri nos mostraba un camino que luego Guardiola, rechazando protagonismo, se encargaría de recordar: el fútbol es de los futbolistas.

Para muchos fue un enorme periodista, para pocos un charlatán. En mi opinión, fue un tipo correcto, coherente, defensor del trabajo, de la espontaneidad, y sobre todo, Dante Panzeri fue un luchador del fútbol y para el fútbol; el más flexible de sus críticos cuando escribió que no puede haber una única manera de ver un partido de fútbol.

Salud maestro, dónde quiera que esté.

Jorge Jaskilioff (periodista, trabaja en Canal 8 de Mar del Plata y en Goles de Medianoche )

Dante Panzeri: Adjetivo masculino. Dícese de aquel periodista especializado en deportes que se muestre ético, coherente, con gran sentido común, incorruptible, y con afán de justicia. Ej: aquel que sí es un Dante Panzeri. Sinónimo: Victor Hugo Morales en el siglo 20/21.// Dícese de una especie humana en extinción, sin espacios en donde expresarse.

Así debería aparecer en los diccionarios de habla hispana, la acepción ” Dante Panzeri ”

En 2013 y a la luz de la realidad de los medios de difusión existentes en el mundo, y de la composición de las sociedades de dichos medios, es imposible que un Dante Panzeri sea viable más de un día en ninguna de esas empresas.